Desde mi balcón
vi cruzar tus sueños,
embarcados a vela
y ungidos de encuentros.
Desde mi balcón
contemplo tus alas
que vuelan por las nubes
o se enredan en mi almohada.
Desde mi balcón
me arrojo a tus brazos,
nadando hacia el norte
de tu tibio ocaso.
Desde el ventanal
podrán hallar mi ausencia;
mi cuerpo y mi alma
han perdido la conciencia:
nadan rumbos mágicos
sólo hacia tu esencia.
(12-03-2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario