Una rosa cae
sobre la acera mojada.
Borrasca en la piel
y su alma empapada.
Presente la brisa,
amarga celada
que teje la lluvia
a su corola cerrada.
La rosa no olvida:
ha sido desterrada.
La soledad anida
en su savia cristalizada.
Una rosa cae
sobre la acera mojada
temiendo que sabe
morirá abandonada.
(12-03-2015)
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