En tu pelo
ensortijado
se enredan
mis sueños.
En tus
pupilas, dos lunas
encienden mis
recuerdos.
Tu voz sublime
rima
y envuelve
mis oídos,
estremece mis
entrañas:
lugar que
fue tu nido.
Brillas ante
el sol,
perfumas cada
brisa.
Me envuelves
con tu amor;
sucumbo ante
tu risa.
¡Mi pequeña
estrellita!
Dulce niña
mía.
Me alumbras
de noche
y me guías
de día.
Acompaño tu
camino
y te veo,
así ,crecer…
El Dios del
destino
te bendijo
al nacer.
¡Mi pequeña
estrellita!
Dulce niña
mía.
Dios te dio
el nombre
que el mundo
recordaría.
Llevas en
tus alas,
la paz y la
armonía
y el sello
de la Gracia
en el nombre
de María.
¡Mi pequeña estrellita!
Dulce niña
mía.
La semilla
de mi corazón
que florece en
mi vida.
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