¡Ay, Poetas!
Ustedes sabrán entender
por qué miro las matas
hasta verlas florecer...
por qué cierro los ojos
y mis lágrimas enredadas
entretejen silencios
hasta nublar la mirada.
¡Ay, Poetas! Ustedes sabrán entender
por qué mis palabras
en un canto han de ser
como una caricia,
como suave brisa...
como la exaltación
que a la piel eriza.
¡Ay, Poetas! Quiénes más han de entender
que los versos corren
cual torrente fresco,
empapados de voces,
trazando encuentros...
Describiendo susurros
y agitando sus alas
como libres gaviotas,
al despuntar el alba.
¡Sí, Poetas! Ustedes van a entender
por qué llevo en el pecho
el elixir de la vida,
voces del mismo cielo
o fuego del mismo infierno.
Confluencia de rimas...
¡Oh, Poetas!
Todo esto es mi poesía... (Mayo 2012)
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