Caminantes de sol
llenos de sal y brisa;
navega nuestro amor,
juega mi voz y tu risa.
Tuve mis manos cansadas
de acariciar tantas ausencias;
ahora siento... rozo tus alas:
refugio de mi presencia.
El viento, susurro helado
envuelve tu paso y el mío.
Sé que estarás a mi lado,
eterno tiempo dormido.
Ruge el mar, eco presente,
espuma y besos en la arena.
Seremos caminantes por siempre
donde errante se esfuma la pena.
Mas luego, van hacia el horizonte tu amor y el mío empapados;
Vehemente marea creciente
que albergas dos enamorados. (Mayo 2012)
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