Si contemplo tu cielo
de estrellas coronado,
puedo ver en tus ojos
un amor: don creado.
Cada noche, cada pena,
una magia: ansia ardiente,
se entremezclan en mis venas
tus caricias: sol naciente.
Tus silencios me hacen daño
mas tu amor no he perdido.
En nuestro mar no cabe engaño,
tu calor es mi destino.
Me seduces. Te me entregas.
Un olvido y un encuentro.
Corazones en cadenas
en aguas de mar revuelto.
Si eres aire, me serenas.
Si eres arena, me construyes.
Si eres viento, me atormentas.
Si eres lluvia, me diluyes.
Mas siendo agua te reflejas
y das brillo a la inocencia.
Si soy espacio, tú eres tiempo:
naturaleza de igual esencia.
Somos dos almas llovidas,
sabiduría e indulgencia.
Pizcas de Paz y Paciencia,
hojas caídas...
Farola encendida. (2013)
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