En el balcón del ensueño,
sólo existe la Luna;
frente a toda su hermosura,
convergen olvido y recuerdo.
Escucho su voz encendida,
redondas palabras de aliento.
Es blancura que gira
en el mar de los silencios.
Ay, Luna eterna!
Embrujo y caricia.
Déjame sólo dormida
esta noche serena.
¡Oh, Dama de la oscuridad!
Rumores trae tu alma.
Reina de la soledad,
dame ahora tu calma. (2013)
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